El Peso en Embarazadas


El Peso en Embarazadas

A lo largo del embarazo irás cogiendo peso, pero debes engordar de forma saludable. Coger peso forma parte del embarazo, pero hay que hacerlo de forma equilibrada, sana y controlada. Te damos 4 claves para que ni te quedes corta y comprometas a tu salud, ni te pases con los kilos y luego te cueste mucho deshacerte de los kilos de más.

 

 

4 claves para controlar el peso durante el embarazo

  1. EJERCICIO. Estarás en forma, aparte de mejorar las posibilidades de un parto sin complicaciones. Media hora de jercicio tres veces a la semana es suficiente. Caminar, nadar o goya son buenas opciones.
  2. UNA DIETA SALUDABLE. Toma a diario frutas y verduras frescas, carbohidratos de lenta asimilación (como pan arroz, patata o cereales integrales), proteínas (carne, pescado, huevos, legumbres) y lácteos (leche, queso, yogur).
  3. TENTEMPIÉS NUTITIVOS. Picotear de vez en cuando, te ayudará a mantener los niveles de energía y garantizará los nutrientes al bebé. Toma 6 comidas al día, desayudo, almuerzo, comida, merienda, cena y algo antes de acostarte. No hagas 3 comidas abundantes. Y siempre apuesta por los temtempiés nutitivos como fruta, verduras, frutos secos, pan galletas integrales, lácteos, frutas desecadas, etc.
  4. BEBE MUCHA AGUA. Tú y tu bebé necesitáis muchos líquidos. Intenta beber 2 litros de líquidos en forma de agua, leche, zumos y caldos de verduras para que tu bebé se desarrolle y reducir el riesgo de estreñimiento, infecciones de tracto urinario y piel seca.


Ejercicio:

La práctica de ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección postural y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.
Así mismo disminuye las molestias digestivas y el estreñimiento, aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables.
Mejora la tensión arterial y protege frente a la diabetes gestacional, pudiendo ser empleado como tratamiento alternativo.
 El ejercicio ha de realizarse de forma regular (3-4 sesiones de 20-30 minutos por semana) y no de forma intermitente o discontinua.
- Se debe evitar realizar ejercicio físico a intensidades elevadas o en el ámbito competitivo así como los aumentos bruscos de la cantidad de ejercicio.
- Si se realiza ejercicio algo intenso, no se debe prolongar durante más de 15 minutos ni practicarlo en clima caluroso y húmedo por el riesgo de deshidratación e hipertermia (aumento de la temperatura).
- Hay que realizar calentamiento previo y "enfriamiento" posterior (durante 5-10 minutos, acompañado de estiramientos y relajación antes y después de cada sesión).
- Hay que evitar los deportes de contacto, saltos, choques o contragolpes.
- Hay que limitar los movimientos de gran amplitud por la hiperlaxitud articular existente en la gestación, que condiciona un mayor riesgo lesiones musculoesqueléticas y de las articulaciones (luxaciones y esguinces).
Hay que evitar:
Los ejercicios de equilibrio, con riesgo de caídas o traumatismo abdominal en el 3º trimestre.
La posición estática durante periodos prolongados.
Los cambios bruscos de posición por el riesgo de mareos y caídas.
Se restringirá la realización de maniobras de Valsalva, de espiración forzada con la boca y la nariz tapada, que reducen la oxigenación fetal.


 Dieta Saludable:


Una dieta equilibrada

  • Cuando se espera un hijo se puede, y se debe, comer de todo, siempre que la alimentación sea variada y equilibrada.
  • La futura madre debe consumir cada día alimentos de todos los grupos en cantidades correctas; debe tomar cereales, frutas, verduras y lácteos, y evitar el exceso de grasas animales.
  • La dieta mediterránea es la más equilibrada y recomendable.

¿Qué cosas no debe tomar?

Desde que se planea un embarazo, no se debe tomar ningún tipo de bebida alcohólica. La única dosis de la que hoy estamos seguros de que no tiene riesgo es cero alcohol.
También se deben evitar las comidas preparadas que contengan mucha grasa (hamburguesas y otros productos similares) y el hígado.
El hígado de los animales, y especialmente de los pescados, tiene un contenido muy alto de vitamina A, que cuando se ingiere en exceso incrementa el riesgo de alteraciones del desarrollo embrionario.
Además, ciertos productos que se añaden a los piensos se acumulan en el hígado, por tanto, podrían pasar a la mujer embarazada.
No obstante, como el efecto depende de la dosis, si la mujer embarazada ha tomado hígado algún día o un poco de paté, no debe alarmarse. Simplemente ha de evitar consumirlo con frecuencia, o no volver a consumirlo, si es posible.


Si algún alimento importante le da asco, ¿podría sufrir una carencia grave?

Hoy día, existe tal variedad de alimentos que no es fácil tener una carencia. Es muy poco probable que una embarazada no pueda tomar ningún tipo de pescado o ningún tipo de lácteo, por ejemplo, y si no pudiera, existen productos alternativos de farmacia.
Las embarazadas que prescindan de algunos alimentos deben consultar con su ginecólogo para que les indique la forma de llevar una dieta equilibrada.

¿Está contraindicado el azúcar?

Salvo en las mujeres que son diabéticas, no está contraindicado pero hay que tomarlo con moderación.

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